La primera máquina de 5 cuerpos para impresión de cuatro colores simultáneos y barnizado que llegara a Mendoza a principio de la década del 80 fue traída por la Litografía Enrique Sanz ICASA, convirtiéndose en una pionera en la alta producción de etiquetas y sirviendo como escuela de los gráficos mendocinos.

Ya en 1990 la empresa contaba con alrededor de 90 empleados, que trabajaban en dos turnos.

A fines del año 1994 la empresa se presenta en Convocatoria de Acreedores. En Julio de ese mismo año el empresario, dos meses antes de presentar esa convocatoria, cede los derechos de una hipoteca sobre los inmuebles a un tercero, que después solicitaría a la quiebra se le entregara el inmueble.

Al momento de presentar la convocatoria, el número de empleados se había reducido considerablemente e inmediatamente después de esta se produce el despido de 25 trabajadores alegando "fuerza mayor".

Con el transcurso del tiempo y crisis mediante, y a pesar de que los acreedores manifestaron en reiteradas ocasiones su voluntad de permitir que la empresa siguiera funcionando aun incumpliendo con los pagos acordados en la convocatoria, un Banco Acreedor solicita la Quiebra en el año 2002 y el juzgado la decide en Noviembre de ese año.

De esta manera quedó en claro el objeto final del empresario, quedarse con los inmuebles cuya hipoteca habían cedido a un "testaferro" y liberarse de la carga que representaban los trabajadores y su indemnización, pues las maquinarias más modernas o útiles ya habían sido ejecutadas por no pagarse los respectivos prestamos prendarios, tal como ocurrió con aquella de 5 cuerpos.

Al quebrar Litografía Enrique Sanz ICASA, y producirse la incautación de bienes en Febrero del 2003, 25 obreros nos encontramos sin trabajo y ante una perspectiva realmente muy lóbrega, dado las escasas posibilidades de reinsertarnos en la actividad gráfica, que es donde desarrollamos nuestra labor durante largos años.

En un primer momento pensamos que, como una gran parte de la legión de desocupados de nuestro país, para poder alimentar a nuestra familia, debíamos depender de la solidaridad o el subsidio otorgado para realizar tareas improductivas.

Siendo obreros de una alta capacitación y con una larga experiencia gráfica, nos sentíamos capaces de llevar adelante la gestión de una empresa, por lo que con verdadero espíritu cooperativo nos propusimos hacernos cargo de nuestro medio de producción.

A partir de ese momento pudimos demostrar que en manos de los trabajadores, la empresa es una herramienta viable y deja de ser simplemente una unidad económica, para pasar a ser también un importante factor de reconstrucción social.

Decididos a modelar nuestro propio destino presentamos ante el juez del Segundo Juzgado de Procesos Concursales y Registro, donde radica la quiebra de la Empresa, una propuesta de trabajo para poder alquilar el inmueble y las maquinarias y ponerlas a trabajar.

Con fecha 4 de Marzo, el Sr. Juez de la causa dispuso la continuación de la actividad de la fallida y autorizó a la Sindicatura a firmar un contrato de locación con los trabajadores, con plazo hasta el momento de la entrega a los adjudicatarios luego de la realización de esos bienes. Es así que estas primeras gestiones fructificaron en que se nos hizo una entrega temporal del taller.

Existían condiciones objetivas para el desarrollo productivo del emprendimiento, pero también es cierto que era difícil desarrollarse y llevar adelante el proyecto sin un apoyo financiero.

Si bien se contaba con algunos insumos básicos como tintas y papel, para poder evolucionar económicamente se necesitaba de capital inicial.

Se hicieron gestiones y los trabajadores aportamos los montos de los correspondientes subsidios por desempleo como capital de riesgo, pudiendo llevar adelante el funcionamiento de la empresa durante todo el año 2003 en condiciones rentables, procurando el sustento diario con dignidad, estableciendo una diferencia con la gestión empresaria ya que el producto del trabajo colectivo es repartido igualitariamente entre todos nosotros.

No fue fácil regularizar la marcha de una empresa quebrada, que a lo largo de años de convocatoria había ido perdiendo la confianza de los proveedores y los clientes.

En este aspecto hemos recuperado clientes y conquistado algunos nuevos.

Han confiado en nosotros empresas como Pinturas Wall, FECOVITA, Saenz Briones, Angulo Hnos. y otros.

En Mayo del 2004 con la ayuda de la UCP de Cooperativas constituimos formalmente lo que en el trabajo diario ya estaba conformado, Gráficos Asociados Cooperativa de Trabajo y hoy a través de este proyecto estamos tratando de consolidar la idea de la empresa en su doble papel económico social.

Contamos también con la buena predisposición del Dr. Arcaná, Juez de la Quiebra, para recibirnos y escuchar nuestras inquietudes en reiteradas ocasiones y en la actualidad se han iniciado conversaciones con los acreedores tratando de llegar a acuerdos que posibilite que no se liquide la empresa a precio vil.

A principios del año 2004 se presentó en la Legislatura Provincial a través de la Cámara de Diputados, un proyecto de Ley (Nº 35.468) por el cual se impulsaba la Expropiación a través de la Declaración de Utilidad y Ocupación temporaria.

El 16 de Marzo del 2005, se aprueba la Ley Nº 7348 y aparece en el Boletín Oficial el 12 de Abril del 2005.

La ocupación temporaria nos da la posibilidad de que a lo largo de los tres años previstos procuremos adquirir a la quiebra los bienes que ahora administramos.

Insumos y Materias Primas utilizadas

En la actividad desarrollada se consumen:

Pre-Prensa: Películas ortocromáticas, revelador y fijador, chapas de impresión, revelador, fijador y goma protectora

Prensa: Papel, cauchos impresores, tintas, cinta para Stamping,

Post-Prensa: Barnices, troqueles, cuños

Productos Finales: Etiquetas, folletos, revistas, libros, impresos en general.