Luego de sucesivas e infructuosas negociaciones con la empresa en el ámbito del Ministerio de Trabajo para regularizar la situación (no sólo salarial, sino también laboral por el progresivo deterioro de las condiciones de trabajo), se inicio un plan de acción que incluyo medidas de fuerza, manifestaciones públicas con la difusión del conflicto, contactos con las fuerzas vivas de la ciudad, etc.

Finalmente, como consecuencia de la inoperancia patronal para solucionar los graves problemas, el conflicto entro en un terreno de negociaciones que al cabo de un tiempo derivo en el traspaso de bienes a los trabajadores. Claro que dicho proceso demando innumerables reuniones ante la negativa empresarial de dar un paso al costado.

Los comienzos de la nueva empresa, ahora como cooperativa de trabajadores, fueron muy duros y traumáticos. A los escasos ingresos económicos se sumo el aumento progresivo de los insumos, producto de una estampida inflacionaria que llevo el dólar a cuadriplicar su valor con respecto al peso argentino. Por ende la materia prima aumento en igual proporción durante los primeros meses del 2002.